Transcurridos unos días desde la finalización de la temporada 2021/2022, es buen momento para hacer un balance – resumen de como se ha desarrollado la campaña para nuestro equipo, Zunder Palencia. Una edición muy intensa llena de noticias y cargado de partidos, donde se han cumplido con creces los objetivos marcados a principios de temporada (no sólo en el plano deportivo, si no tanto o más importante, en el plano social y económico). Se ha vuelto a demostrar que el equipo ha vuelto por sus fueros (nunca se fue del todo), pero sobre todo que sigue siendo un absoluto referente en la ciudad y en general, en toda la provincia de Palencia.
Así como no quiere la cosa, hemos disputado ya la temporada número 13 en LEB Oro y además de manera consecutiva. Me gusta resaltar este dato, ya que no conviene olvidar que Palencia es una capital de provincia con muy pocos recursos donde apenas se llega a los 78.000 habitantes censados y cuya pérdida de población es lamentablemente, enorme cada año que pasa. Aunque quizás todos lo hemos “normalizado”, nos hemos convertido en un equipo HISTÓRICO de la segunda categoría del basket nacional (3º conjunto con más años de historia sólo por detrás de Coruña y el decano Melilla). Por eso hay que valorar el mérito que tiene disputar tantos años seguidos esta liga y casi siempre luchando por ascender a la máxima categoría del basket nacional, compitiendo ante auténticos equipazos y ante capitales de provincia de muchos más recursos que la nuestra.
Centrándonos en el tema deportivo, volver a disputar una eliminatoria de PO tras no poder saborearlo la edición anterior a pesar del incansable trabajo realizado por Arturo Álvarez y toda su staff, ha sido muy positivo. Todos los equipos se tuvieron que adaptar a ese nuevo formato único en la historia de la competición de 2 grupos que hubo en LEB Oro (temporada extraña marcada por la pandemia), pero no cabe duda que el hecho de no poder contar con normalidad de aforos afectó más a unos equipos que a otros y Palencia con su gran masa social, sin duda resultó perjudicado. No se pudo encontrar patrocinador principal, siendo “Destino Palencia” el nombre del equipo apoyado principalmente por Diputación y Ayuntamiento con una marcada reducción presupuestaria. Aun así, la temporada no fue la mejor posible y a pesar de quedar el equipo en 9º posición (puesto que por antonomasia hubiera dado cualquier otra edición el derecho a jugar la post-temporada), hay que reconocer sin excusas ni paños calientes que no merecimos jugar Play off de ascenso a ACB.
El hecho de haber jugado y llegado a una F4 disputada en esta ocasión en Girona, por primera vez en nuestra historia, supone sin duda un ÉXITO tremendo teniendo en cuenta lo siempre difícil que es llegar a alcanzar y jugar estos partidos (a pesar de que contábamos con un equipo muy competitivo volviendo a incrementar un presupuesto aminorado por la pandemia). Pero tampoco conviene olvidar que equipos similares al nuestro, con el mismo o incluso mayor “músculo” económico que Palencia (Alicante, Castellón o Coruña por poner 3 ejemplos), se quedaron ya sea fuera de la disputa del PO de ascenso o bien jugando eliminatorias pero sin poder alcanzar la mencionada Final Four. Eso habla del nivelazo y de los grandes equipos que hemos visto en una 2021/2022 donde dicho nivel se vió claramente elevado con el descenso de Estudiantes y con la mediática llegada como jugador, de Marc Gasol a Girona para dar mayor postín a la liga.
Palencia comenzaba la campaña con los habituales cambios de cada temporada en el roster (única renovación la del capitán Pope – Dani Rodríguez) y con la llegada al banquillo morado de un Pedro Rivero procedente de Alicante, a quien acompañaba uno de sus miembros del staff técnico en tierras alicantinas más competentes y de mayor confianza (Alberto Antuña) para llevar a cabo laborales de scouting, entrenamiento y de preparación física, entre otras facetas. Sean Smith estaba renovado pero con esa cláusula que le permitía salir a ACB en caso de contar con oferta y así quererlo el jugador. Finalmente, Lenovo Tenerife se hizo con sus servicios. El resto del staff lo completaban sin cambios Marc Larriba (delegado de equipo), Alberto Padilla (entrenador ayudante) y Joseda (fisioterapeuta).
Rivero no solo se trajo a Antuña, si no que en lo que a plantilla se refiere, volvió a “pescar” a ex jugadores de su confianza y en crecimiento en la liga como Chumi Ortega, Noah Allen o Bamba Fall (previo paso por Granada). Speight tras crecer en su debut en la liga con Oviedo, acompañaba a Pope en la dirección. Prince Ali llegaba como rookie que daría que hablar y vaya si lo ha hecho y un Juan Rubio tras hacer historia con Real Murcia cerraba junto al francotirador Chuso Gónzalez desde Almansa, la línea exterior. Las posiciones interiores se cerraban con otros 2 rookies al “4” como Roberts Blumbergs y Devine Eke, así como la torre eslovaca Pavelka quien junto al propio Fall, daba muchos centímetro a una pintura falto de ellos en temporadas pasadas. Posteriormente, se produjo la salida de Eke & Pavelka y la llegada de Ryan Nicholas con experiencia en Oro y de un Mus Barro procedente de Portugal quien ya había crecido con Tizona en pasadas ediciones. Adrián Froufe seguía aprendiendo y mejorando como jugador vinculado con minutos en el EBA de Venta de Baños. En definitiva, muchos cambios, mucha incertidumbre a la par que mucha ilusión.
Hemos disfrutado de varios momentos (unos buenos y otros no tan buenos) a destacar en la temporada y quería destacar los que para mí, han sido los principales. El inicio de temporada fue muy ilusionante e histórico comenzando con un balance 5-0 lo que provocaba no sólo nuestro mejor balance en la historia del club en Oro, si no a mayores uno de los 3 mejores de los 22 años de historia del club en su época más reciente. Llegaba el 10 de diciembre de 2021 y se producía una de las visitas más esperadas. Marc Gasol llegaba con Girona a disputar un encuentro en el pabellón municipal, una fecha la cual seguro quedará siempre grabada en la retina de los aficionados palentinos a pesar de que el partido terminó con derrota.
Pero lógicamente no ha sido tampoco oro todo lo que reluce. La pandemia seguía azotando fuerte en la categoría con encuentros aplazados, calendarios cargados, etc y Palencia no se libró de ella (siendo uno de los equipos más perjudicados). Los morados fueron el equipo que más partidos tuvieron que recuperar de los 18 equipos de Oro (llegando a disputar hasta un total de 14 encuentros en apenas 59 días entre febrero y marzo), para una media de un partido cada 4 días. Una auténtica locura. Pero si lo de Marc Gasol había sido único, entre medias de todas estas fechas y cargazón de encuentros la afición podía disfrutar y saborear que la primera visita de todo un Movistar Estudiantes al pabellón y a Palencia, se saldaba con una histórica victoria en un inolvidable domingo 13 de febrero de 2022.
Otro de los momentos álgidos del curso (y para servidor sin lugar a dudas fue uno de los auténticos momentazos desde que uno tiene uso de razón), no hay duda que aconteció en el homenaje – retirada de la camiseta un 6 de marzo de 2022 a Don Urko Otegui, jugador más importante del club en todos sus años de vida. El escenario fue el mejor posible e inmejorable en un derby ante Real Valladolid con victoria además incluida. Momento muy emotivo el ver como todo un pabellón repleto, mostraba sus respetos con cánticos y aplausos a la gran leyenda morada quien ya tiene colgando del pabellón por siempre y donde merece, su eterno “10”.
El partido de liga ante Granada en tierras andaluzas, fue un duro revés. No dejó de ser un choque más de liga regular pero la durísima derrota allí (-36) un 12 de marzo de 2022, provocaba la derrota más abultada en la historia del club en Oro y en la historia del club desde su fundación. Fue no cabe duda, simplemente un mal día. Pero el guarismo duele. Un 8 de mayo de 2022 en la antepenúltima jornada de liga, volvimos a ganar a Estudiantes esta vez en un escenario único como es el WiZink Center con un buen desplazamiento de afición palentina. Otra fecha que tardará en olvidarse y es que ganar en la misma temporada 2 veces a un equipo así, no es nada sencillo y tiene mucho mérito.
A partir de ahí, llegó lo mejor y lo más ilusionante. Se crearon dudas con las 2 derrotas seguidas ante Alicante y Juaristi respectivamente que nos hacía terminar la liga regular con incertidumbre en ver como llegaríamos al PO, pero las dudas fueron disipadas y de que manera ganando la eliminatoria de cuartos ante Oviedo por un contundente 3 a 0 sin mostrar prácticamente, ninguna fisura. Oviedo es el rival de todos en la LEB Oro ante quien más veces nos hemos enfrentado (33 veces) y el rival ante quien más eliminatorias de PO de ascenso a ACB hemos jugado (4 en total habiendo ganado todas ellas además). Una rivalidad sana e intensa que de momento cae siempre del lado palentino.
Del último tramo de la campaña con la ilusionante Final Four, no hay mucho que destacar. El equipo llegaba en su mejor momento de la temporada, tuvo la sorprendente noticia del adiós de Noah Allen apenas un día antes del viaje a Girona sorprendiendo a propios y extraños. Pero queda claro que nos pasó por encima un trasatlántico llamado Movistar Estudiantes quien no nos dio opción en ningún momento de la semifinal. El Estu, no acusó las 2 derrotas precedentes que habían sufrido ante nosotros y demostró porque era uno de los grandes equipos de la LEB Oro (si bien Girona ha terminado ascendiendo y privándolos de su vuelta a ACB).
Después de una larga temporada y de este duro examen, si hubiera que actuar como profesor y poner nota a nuestro equipo creo que pocos tendríamos dudas de que la nota que merecen por todo lo mencionado en el presente artículo, es de un SOBRESALIENTE. De haber llegado a la gran final de la F4 o haber (ojalá hubiera sido así), ascendido a ACB, se hubiera redondeado con una MATRÍCULA DE HONOR. El balance ha sido casi inmejorable.
En lo económico, la llegada de EasyCharger (posteriormente cambiando su nombre como marca a Zunder) ha supuesto un soplo de aire fresco muy necesario al equipo. Es una empresa palentina 100% que va en auge y quien está apostando muy fuerte por el baloncesto. Me parece una noticia muy positiva que en el último partido de liga regular antes de jugar el PO y antes de acabar la temporada, el CEO de Zunder Daniel Pérez, saliera al centro de la pista en el descanso ante Alicante y nos diera la feliz noticia de que Zunder seguirá siendo el patrocinador principal y dando nombre al equipo de cara a la ilusionante 2022/2023 que se nos viene en la LEB Oro.
Falta saber si este gran apoyo se verá aún más incrementado o si se mantendrá el actual. La próxima LEB Oro que se nos viene va a contar con aun mayor nivel que la presente, con equipos como Andorra o Burgos que descienden de ACB, el propio Estudiantes tras su no ascenso o el resto de conjuntos tops de la liga que en buena medida, van a rondar o sobrepasar el millón de euros de presupuesto (Valladolid, GBC, Coruña, Alicante, Castellón, Cáceres, Lleida el ascenso desde Plata de COB o Torrelavega siendo equipos con dinero) son algunos ejemplos. La competencia por tanto, va a ser ALTÍSIMA y habrá de 8 a 10 equipos que presentarán proyectos de gran calidad y altamente competitivos. Nunca ha sido común (más bien al contrario), que la directiva anunciara la continuidad de un patrocinador en mitad de una campaña así que este gesto, habla bien a las claras de que ambas partes están muy contentas con el patrocinio y que ojalá, esta alianza puede durar varios años más.
Termino el balance, hablando de lo social. Si algo caracteriza a Palencia además de la gran gestión económica en un escenario complicado y gastando lo que tiene sin dispendios, es sin duda su gran masa social. Hay pocas dudas de que la afición palentina es una de las aficiones más calientes, que más aprieta y que más numerosa es de la categoría. Lleva siendo así años y ese apoyo es ESENCIAL. El baloncesto lleva siendo el deporte rey de la ciudad durante bastantes años. El hecho de haber recuperado la fiel masa social perdida por los 2 años largos de pandemia, es sin duda una de las mejores noticias esta temporada. Se ha vuelto a conseguir fidelizar al aficionado (aunque aun queda trabajo por conseguir) y que vuelvan a acudir al pabellón las familias enteras o los amigos que quieren comenzar un fin de semana con un gran ambiente de baloncesto los viernes como preludio. El número de abonados no ha estado muy lejos de los 3.000 y por qué no después de esta grandísima temporada, llegar o incluso sobrepasar estas cifras. La conexión grada – equipo ha sido una de las mejores que se recuerdan.
Es muy importante renovar varias piezas básicas ya que si de algo ha adolecido el equipo en años pasados, ha sido de estabilidad en la plantilla. No se pueden cambiar 8-9-10 jugadores cada campaña. Sería genial formar un conjunto de jugadores nacionales que lideren al equipo en los años venideros. De momento Fall y Barro cuentan con contrato, pero la directiva ya se está moviendo para intentar que los Chumi Ortega o Juan Rubio entre otros, renueven. Los jugadores se han revalorizado y no será fácil, pero hay que intentarlo.
Por último veo muy necesario la vuelta de la mascota a las pistas. Esta edición no hemos contado con una mascota y se echa en falta al mítico “Robi” correteando por el parquet con sus bailes y sus “lanzamientos en plancha”. Sea Robi o sea cualquier otro/a, es algo que une y crea aun mayor conexión equipo, afición.
Ascendimos en la pista en la 2015/2016 no pudiéndolo hacer efectivo en los despachos y años después nos hemos quedado cerca varias veces, dando en el palo o mejor dicho en el aro. El sueño de ACB otra vez no ha podido ser, la liga se recrudece con presupuestos millonarios como teníamos en LEB Oro hace una década, pero no me cabe duda que a ilusión pocos equipos nos ganan. Nos hemos ganado con el gran trabajo realizado durante todos estos años, un nombre dentro del baloncesto nacional y no me cabe duda, que siempre lo mejor aún estará por llegar. Disfrutemos el momento, carpe diem pero no dejemos de soñar.
¡VAMOS MI PALENCIA, VAMOS CAMPEÓN!