Otra vez más os ponéis en marcha y hacéis de nuevo las maletas para iros a otro torneo, esta vez en Zaragoza y creo que bien, porque son torneos que se van consolidando en el tiempo, pero quizás haría falta alguno más ¿lo ves así?
Así es, creo que el baloncesto femenino en nuestra categoría de veteranas se va visibilizando cada vez más si bien y estaría bien que hubiera más variedad o más cerca de Palencia (risas). A nosotras nos gustaría, y así lo hablamos muchas veces, cruzar fronteras y conseguir ir a algún torneo internacional.
Por suerte, sois bastantes jugadoras en el equipo y cuando llega la hora de jugar estos partidos ¿Cómo se conforma el equipo para jugar? (convocatoria, disponibilidad...)
Tenemos un grupo de whatsapp en el que nuestro entrenador nos informa del evento, tanto fecha como localidad y nos vamos apuntando sin más. La verdad es que nos organizamos bien familiarmente para no perdernos la cita porque merece mucho la pena en todos los sentidos. A las tres pruebas que hemos asistido el año pasado ( Zaragoza, Sevilla y Valencia) hemos ido siempre sin entrenador y entre todas gestionábamos la convocatoria y tiempos de juego. Este torneo es especial pues es el primero que viaja con nosotras Pablo, nuestro entrenador.
Aunque en esta ocasión es un formato más reducido en cuanto al número de equipo equipos ¿Qué posibilidades tenéis para estos partidos?
Efectivamente este año no se han apuntado muchos equipos femeninos y han mezclado un poco las categorías. Nos ha tocado un grupo difícil, nos enfrentaremos a Pamplona y Santander, sabemos que va a ser duro pero también hemos trabajado mucho, estamos más unidas que nunca y vamos con toda la ilusión y motivación del mundo. Objetivo: traernos el oro, por supuesto!
¿Hay prevista celebración o ya es algo que va incluido en el viaje se gane o se pierda? (risas)
Para nosotras el baloncesto es una válvula de escape perfecta. Cuando entrenamos nos centramos en mejorar, hacerlo bien y despejar la cabeza. Si a esto le unimos que nos lo pasamos fenomenal y que encima practicamos un deporte que nos encanta con amigas, pues ya es la guinda del pastel.
Cuando surgen este tipo de eventos, no nos lo pensamos dos veces, un fin de semana juntas, viajando, jugando al basket y sin responsabilidades… el plan perfecto. Obviamente nuestra premisa es hacerlo bien y volver con el oro pero el mayor objetivo es disfrutarlo al máximo. Siempre asistimos a la cena de gala que organiza el torneo, nos permite conocer a mucha gente y pasamos una velada estupenda.
Hay que comentar que en el grupo que vais a entrenar habitualmente a Maristas, ha crecido bastante este año y eso es buena señal ¿no?
La verdad que en estos dos últimos años hemos tenido unas 7 incorporaciones que es una barbaridad. Señal de que algo estará haciendo bien nuestro entrenador (risas). El ambiente que se respira en los entrenamientos es fantástico y es algo que se exterioriza cuando estamos entrenando y viene gente al pabellón a por sus hij@s que entrenan a nuestro lado.
¿Cómo es a nivel organizativo este tipo de viajes? Es decir, vais en bus, reserva de hoteles, comidas…
Siempre hemos optado por viajar en coche, nos parece más cómodo y funcional también para movernos por la ciudad a la que viajamos. Compartimos todos los gastos y solemos hospedarnos en hoteles que propone la organización. La gastronomía también es algo que nos gusta mucho (risas) y siempre reservamos en unos sitios estupendos donde poder comer bien y probar todo tipo de platos típicos de la zona.
Hay que comentar que fuera de las canchas tenéis vuestras buenas costumbres, como tomar una caña después del entreno. ¿Qué soléis hacer en vuestro tiempo libre durante los torneos a los que vais?.
Las cañas es algo que no perdonamos y efectivamente, siempre, después de entrenar nos tomamos algo, no todo va a ser entrenar (risas). En este tipo de torneos siempre nos dejan el sábado por la tarde libre para que podamos aprovechar y conocer la ciudad. Seguro que vamos a dar una vuelta por la “Pilarica” y demás alrededores.
Por estadística, las chicas suelen dejar antes la actividad deportiva y luego retomarla es bastante complicado por diversos motivos. ¿Cómo viviste ese momento del retorno a la práctica del baloncesto?
En mi caso por razones de trabajo tuve que desplazarme unos años a vivir a otra comunidad, un pueblo, concretamente, en el que no pude seguir jugando al baloncesto. Fue duro, el baloncesto siempre ha sido una de mis grandes pasiones. Pasados unos años, casualidades de la vida, se me presentó la oportunidad de volver a las canchas y no lo dudé. Me ha devuelto mucha energía, vitalidad e ilusión. Estoy más que felíz con mi equipo que me acogió increíble desde el minuto uno.
Tu hija mayor (Lucía) juega al baloncesto y seguro que para ella es un orgullo ver a su madre jugar y viceversa. Tener ese referente deportivo tan cercano y palpable, debería ser un estímulo para las jugadoras de corta edad ¿no?.
Esa es una buena premisa, es como lo de “ si tú lees, ellos leen” pues esto es igual, si desde casa fomentamos la práctica del deporte y los buenos hábitos, nuestros hijos tomarán nuestro ejemplo. En mi caso mis hijas y mi marido están muy orgullosos de que, pese a la edad y responsabilidades varias, siga haciendo lo que me gusta. No importa la edad, no importa a qué nivel, el caso es no abandonar lo que nos gusta, se puede!.
Desde “Masquebasketpal” agradecemos a Silvia el tiempo que nos ha dedicado para esta entrevista y, tanto a ella como todo el equipo, les deseamos mucha suerte en este nuevo torneo.
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